martes, 29 de mayo de 2007

Oda a la guitarra

Cambiando un poco lo que ha sido la tónica de mis posts en este blog, les entrego este poema un poco más "light", no tan existencialista, un poco más cuerdo. Lo escribí el año pasado, en honor al gran amor de mi vida: la guitarra.


Tú me entiendes,
Yo te entiendo,
Nos entendemos.
Y sólo espero quebrar,
Una vez más,
Tu silencio esquivo,
Tomarte por tu cuerpo pulido,
Del trabajo del lutier,
Tu madera sabia,
Frágil y precisa,
Tímidamente,
Mover cada uno de mis dedos,
Hacia el espacio indicado,
Presionar con justeza,
Sin dejar que tus cuerdas,
Se libren del suave contacto,
Con tu hermoso cuello,
Y sin dejar,
Que por mucha fuerza,
Lo dañen, se dañen,
Para así acariciarnos,
Yo tus cuerdas,
Tú mis dedos,
Y dejar escapar esa melodía,
Etérea, perfecta y ágil,
Que irá a volar,
Hacia sus oídos,
Irá a seducir su calma,
Irá a invitarla a mi lecho,
A lo más profundo de mi alma.
Y harás bailar a cada piedra,
Y suspirar a un auditorio de árboles,
Te ovacionarán las montañas,
Que al eco de tu canto,
Han cobijado.
Porque tú me entiendes,
Yo te entiendo,
Nos entendemos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Wena cabezón, como ya te dije tengo esta poesía en mi PC desde hace tiempo, pero es sano releer los escritos. Siempre se saca algo distinto, no? Respecto a esta Oda a la guitarra, me parece logradísima, bien ejecutada del principio al final. Me llega mucho, tal vez porque también soy aficionado a la guitarra y su cuerpo de mujer, creo que cada palabra es una nota. Buena canción. La única crítica tiene que ver con el uso indiscriminado de comas. Por ahí podrías quitarle algunas, que hacen demasiado lento el tema. Saludos!

Anónimo dijo...

MENITA:Quiero nuevas oportunidades para ti whsssswi, nuevos talentos, nuevos escenarios y nuevos papeles. Tu te mereces, eres un buen escrito se que puedes escribir mejor. sigue asi..