martes, 28 de abril de 2009

El primer llanto

El viejo Iba llenando caja tras caja con silencio y viejos recuerdos. Desnudó cada muralla. Organizó una reunión social para los muebles de la casa y los cubrió a todos con una sola mortaja blanca. Sin mayor cuidado, fue desgajando librero tras librero y todos los libros de una vida quedaron sepultados en viejas maletas sin remitente. ¿Todos? No. Dos rebeldes, escondidos en el clóset, cruzaban sus solapas rogando al cielo por un golpe de suerte, un descuido fugaz que los salvara de lo inminente. En un acto de imprudencia, el menor de los dos se puso en puntas de página y miró al viejo entre las rendijas. El mayor lo imitó sin vacilar. Segundos más tarde, Camus y Kafka derramaron sus primeras lágrimas, y conmovidos por la expresión de un rostro humano, se entregaron al viejo sin caer en palabrerías existenciales.


sábado, 25 de abril de 2009

Bosques circulares

(De querer leerlo, hacer doble click en la imagen)